MADRID POR LOS CIELOS

Jueves 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid.  Después de comer, con un cafelito y un chupito mi botijo sería el más feliz del mundo.

Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, cuatro de la tarde.  Es posible acceder a una cafetería habilitada en la terraza de una de las plantas altas y desde la que se tiene una visión privilegiada de la ciudad.   Desconocíamos su existencia pero nos parecía una buena idea poner a disposición de los ciudadanos un lugar en el que pasar un rato agradable dentro de tan emblemático edificio.

Dicho y hecho, subimos en ascensor a disfrutar de las vistas y del cafelito.  Me mosquea no ver por ninguna parte una relación con los precios de las consumiciones y sospecho que no van a ser asequibles.  Mi sospecha se confirma cuando pregunto a uno de los camareros el precio de un sencillo café con leche.

- Son cuatro cincuenta, caballero. (750 de las antiguas pesetas)

- ¿Y un refresco?

- Séis euros, como mínimo. (1000 de las antiguas pesetas)

Con los pelos como escarpias, rumbo a la salida y sin parar hasta llegar a la calle.  Por el camino me surge la duda de si, tal vez, exista la posibilidad de solicitar una subvención.

Me comenta mi botijo que semejantes precios solo se justifican si el café lo sirve la ilustre alcaldesa, Ana Botella, con cofia y faldita corta o, en su defecto, el expresidente Aznar en deshabillé.  Insinúa que el precio del cubata debería llevar incluido algún servicio especial.

Manda güevos.