jueves, 18 de abril de 2013

LA TONTA DEL BOTE

Tenía previsto hoy, ante la insistencia de mi botijo, publicar aquí la segunda y última parte de EL MAL VASALLO, pero la actualidad se impone.  Le comento el cambio de planes y me cuenta que aún recuerda el ataque de risa que sufrió con la película que contó con Lina Morgan como protagonista.  Añade, con su verborrea habitual, que le parece una comparación acertada porque a él también la Cospedal le provoca mucha risa.

En la citada película, Lina Morgan da vida a una pobre muchacha ignorante y cuyos sentimientos son pisoteados por aquellos que la rodean.  Curiosamente, es en esta ocasión la Cospedal la que pisotea contumazmente la inteligencia de los ciudadanos.  Ciudadanos que, en gran parte, le han dado el voto y que, si pudieran, se lo retirarían tan rápidamente como se lo dieron.

Investida de la presunta legitimación que le dan las urnas, mete la pata cada vez que habla, cataloga de nazi o fascista a diestro y siniestro, llegando la cosa hasta el punto en que me niego a concederle el beneficio de la duda y me atrevo a decir que es tonta de manual, tonta de tamaño natural, muy tonta.

Opino que se trata de unas calificaciones de gravedad extrema que exige una disculpa inmediata y, al menos, con la misma difusión que las declaraciones originales.  Tal vez esta individua no sabe lo que es ni lo que ha supuesto el nazismo en la historia mundial.  Tal vez debería leer algo sobre el tema porque da la impresión de que no lo ha hecho nunca.

En cualquier caso, comportamientos como este no deben extrañarnos en la Secretaria General de un partido político que se ha negado sistemáticamente a condenar la dictadura franquista, dándose la circunstancia de que el dictador ganó una guerra con el apoyo, entre otros, del régimen nazi.

En fin, ningún respeto para quien no se lo merece.  Por mi parte, le negaría hasta el saludo.  Con esa carita de no haber roto nunca un plato, con esa expresión de asombro constante, ¿no tiene un cierto parecido con una muñeca hinchable?

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